FIN DE AÑO

8 pechoch@s

¿Han sentido, cual si fuera un zapping, una sensación súbita, espontánea, de melancolía? Hace unos momentos cenaba con unos conocidos cuando de pronto, flotando por el aire, inundó el ambiente aquella canción que dice que "si tienes ganas de llorar / piensa en mí" y experimenté una reacción, ya para entonces, ineludible en mí: no pude evitar sentirme triste...

La melodía se saltó mis diplomacias internas y me restregó sentires en el rostro.

(Me observo a mí mismo en una tribuna de fría reflexión y acorazamiento ¿imperturbable?)

IDEAS BREVES DE UNA SEMANA CORTA

7 pechoch@s

1. Los militares llegaron ya / y llegaron haciendo ra-ta-tá. Se cumplen tres años de que Calderón (de quien se rumora que trabaja como presidente) sacó a los militares a las calles del país para "luchar contra el narcotráfico" (así, como si fueran enchiladas). Y como regalo de aniversario de tan atinada campaña militar (más de 15 mil 500 muertos y contando, cárteles que para nada decrecen en fuerza y ciertos militares que ya también extorsionan, levantan, desaparecen y matan), Amnistía Internacional presentó hace unas semanas un informe donde documenta todo lo anterior, a la vez que llamó a ejercer presión internacional por las violaciones militares pues en México -pa' variar- no pasa naaaaaada... Ayer la Marina-Armada de México se enfrentó con narcos, resultando muerto en la refriega el capo Arturo Beltrán Leyva. Un trofeo que los portavoces de las botas militares aprovecharon para renovar la propaganda de "ya ven, habrá muchos muertos más, pero la guerra contra el narco la vamos ganando y por ello el Ejército seguirá en las calles"... Tenemos un gobierno que se levanta sobre una sociedad aterrorizada, con miedo, en la que echa raíces el discurso de guerra, como en Colombia con Uribe, como en EEUU con Bush. Y qué cosas, el otro gran ganador de la muerte de este narco no es más que otro narco, de muchísimo mayor peso: El Chapo Guzmán. En esta navidad parece que no hay ponche, pero sí mucho atole con el dedo para todos!

2. La tecnología es extensión del ser humano. Según Marshall McLuhan, todos los nuevos aparatillos tecnológicos que día con día aparecen en los mostradores para que los compremos y así nuestra vida se vaya atascando progresivamente de gadgets y más gadgets, terminan por convertirse en especies de prótesis de nuestro propio cuerpo que nos permitirán desenvolvernos mejor en los tiempos que corren... Todo esto no sonaría sino a simple teoría de la comunicación en clase de universidad... hasta que se te pierde el celular. Sí. Anduve descelularizado, valga la expresión, y en esos días prácticamente el contacto con el resto del mundo que no estuviera al lado mío (ni en el msn en ocasiones) se vio modificado... Significó, también, una especie de descanso, pero no se puede obviar que la comunicación se rompe. O no, no tanto, pero sí se altera cabrón...

3. El viaje al final del tren. No es mito. En la semana, como tantas veces, tomé el metro de la línea uno, la rosa (el color anunciaba de cierta manera el próximo descubrimiento), en el último vagón. Serían aproximadamente las 23:30 hrs. Oficinistas cansados la mayoría de los ocupantes. Ningún ambulante cercano. Tampoco mendigos o ciegos cantando a la vista. Un vagón en el que hasta lugares vacíos resaltaban. Dado esa panorama, ¿por qué chingaos había un garapiñado de 20 seres hasta el final del tren, colindando con la cabina? ¿Por qué todos se encontraban como si fueran una muestra de cómo va un vagón pero a las siete de la mañana de un día laboral? Aaaaaahhh, es que es el famoso "vagón gay", espacio que hacen suyo ya muy noche y en el que van muy pegados, dándose arrimones con cada movimiento y seguramente otras cosas más... Bajan unos y suben otros, la cosa es que ese nudo humano de hombres de diversas edades se mantiene y va bailando el ritmo que le toque el tren...

4. "El Berlusconi chileno". Se fueron a segunda vuelta presidencial para enero de 2010, pero uno de los candidatos, el derechista Sebastián Piñera, se ve muy confiado en ganar. Este en sí no es el motivo del post, pues no es llamativo que él responda a intereses que lo quieren como presidente... Lo que llama la atención es cómo un pueblo puede votar por alguien que está acusado de fraude bancario, lavado de activos, uso de información privilegiada, aumento de precios, vínculos con el régimen de Pinochet... ¡y además se le considera un Berlusconi chileno! Es donde uno, de lejitos, puede contemplar a los medios de comunicación y constatar su poder de Gran Elector... Piñera es dueño de Chilevisión. (Algún parecido con Peña Nieto, la Gaviota, su anunciada boda y toda esa telenovela, no es mera coincidencia.)

5. Deseo. Un poco de frío. Camino hacia la casa. Pienso en nada. La vista enfrente. Saco el celular. Lo veo. Pasa de la medianoche. Cielo despejado. Ningún perro ladra. Una estrella fugaz. Uno. Dos. Tres segundos. Pasa fugaz. Pido un deseo.

LA MUERTE NO PIDE PERMISO...

8 pechoch@s

Circuito Interior. De aeropuerto rumbo al centro. Aprox. las tres de la mañana. El puente que a esas horas imaginaría desértico asoma curiosos por sus barandales. Las torretas de diversas patrullas hacen pensar en lo obvio: un accidente automovilístico. El tráfico vehicular avanza por la lateral, lento. Y todos, mirones, hacia la escena aparatosa. El puente divide la magnitud del siniestro: del lado izquierdo se puede ver el Jetta color negro con las portezuelas abiertas y con las llantas pa'rriba, posición en la que quedó después de dar una serie de piruetas que comenzaron unos 150 metros antes, mas o menos, y cuyas señales se pueden ver al girar ahora la cabeza hacia el lado derecho y ver toda la estela que dejó a su paso este auto/pirinola. Objetos que no se pueden distinguir tirados en el piso, seguramente partes del auto y utensilios que iban dentro. También, sobre el asfalto de esta vía rápida están dos cuerpos tapados con las rigurosas sábanas blancas. Hay un gran charco de sangre que los cuerpos han creado. Esa sangre que les daba vida ahora está mezclada. Roja y oscura, combustible tan preciado que los nutría y que ahora se les escapa lentamente colándose entre las grietas del asfalto. Líquido que ha moteado de rojo las capas que cubren los cuerpos inamovibles. Me llama la atención lo brilloso del color de la sangre...
En esa misma zona del siniestro hace años un automovilista derrapó y se fue hasta las vías del metro, que corren al paralelo. Por fortuna no iba pasando el tren al momento. Y si mal no recuerdo, el conductor no sufrió más que un susto. Ahí mismo también, hace un tiempo, hubo un ajusticiamiento de narcos. Un convoy ametralló una camioneta que venía siguiendo desde el aeropuerto. Todos los que estaban en la estación del metro Aragón observaron las escenas desde el andén, cual película de Hollywood. El vehículo atacado terminó impactándose contra una casa. Nadie en dicha vivienda murió.
En una ocasión, en un noche como tantas y en compañía de policías, periodistas de nota roja y Ministerio Público, recorrí las calles de esta ciudad... En menos de tres horas, la muerte pasó lista: una señora había asesinado a su esposo junto con la amante a martillazos; la señora se encontraba en shock, mirada pétrea y la ropa salpicada de rojo. Apenas estaban subiendo a la mujer a la patrulla cuando se reportaba una persona atropellada en una avenida cercana. Muerta. Llevaba una bolsa de pan en la mano. Pan en moronas, pan hecho retazos... Momentos después una persona tirada en la calle con un tiro en la frente en una colonia cercana... No eran ni las dos de la mañana cuando un reportero gráfico de la guardia, de esos a quienes las noches sin muertos le significan una noche sin trabajo, me dice (con una indiferencia que la costumbre del trabajo ha creado): "pasadas las tres, cuando empiecen los accidentes vehiculares, esos sí son los muertitos".
"Esos sí son los muertitos" se traduce así: esas sí son las fotos que nos sirven. Tétrico. Avisados por la frecuencia radial, muchas veces los reporteros rojos llegan antes que la policía al lugar de los hechos; en ocasiones las víctimas están moribundas, quejándose. Ha habido choques en que el ambiente se llena de un olor mezcla de alcohol y gasolina. Accidentes donde todos están muertos, el auto deshecho y la música que venía escuchándose en el auto siniestrado, continúa sonando... Y que en varias ocasiones quienes mueren son aquellos que tuvieron la mala fortuna de cruzarse con aquel que alcoholizado iba manejando.
Todo esto pienso ahora. Reciente aun el color de la sangre de aquellas dos personas (¿hombre? ¿mujer?) en mi cabeza...