1. Los militares llegaron ya / y llegaron haciendo ra-ta-tá. Se cumplen tres años de que Calderón (de quien se rumora que trabaja como presidente) sacó a los militares a las calles del país para "luchar contra el narcotráfico" (así, como si fueran enchiladas). Y como regalo de aniversario de tan atinada campaña militar (más de 15 mil 500 muertos y contando, cárteles que para nada decrecen en fuerza y ciertos militares que ya también extorsionan, levantan, desaparecen y matan), Amnistía Internacional presentó hace unas semanas un informe donde documenta todo lo anterior, a la vez que llamó a ejercer presión internacional por las violaciones militares pues en México -pa' variar- no pasa naaaaaada... Ayer la Marina-Armada de México se enfrentó con narcos, resultando muerto en la refriega el capo Arturo Beltrán Leyva. Un trofeo que los portavoces de las botas militares aprovecharon para renovar la propaganda de "ya ven, habrá muchos muertos más, pero la guerra contra el narco la vamos ganando y por ello el Ejército seguirá en las calles"... Tenemos un gobierno que se levanta sobre una sociedad aterrorizada, con miedo, en la que echa raíces el discurso de guerra, como en Colombia con Uribe, como en EEUU con Bush. Y qué cosas, el otro gran ganador de la muerte de este narco no es más que otro narco, de muchísimo mayor peso: El Chapo Guzmán. En esta navidad parece que no hay ponche, pero sí mucho atole con el dedo para todos!
2. La tecnología es extensión del ser humano. Según Marshall McLuhan, todos los nuevos aparatillos tecnológicos que día con día aparecen en los mostradores para que los compremos y así nuestra vida se vaya atascando progresivamente de gadgets y más gadgets, terminan por convertirse en especies de prótesis de nuestro propio cuerpo que nos permitirán desenvolvernos mejor en los tiempos que corren... Todo esto no sonaría sino a simple teoría de la comunicación en clase de universidad... hasta que se te pierde el celular. Sí. Anduve descelularizado, valga la expresión, y en esos días prácticamente el contacto con el resto del mundo que no estuviera al lado mío (ni en el msn en ocasiones) se vio modificado... Significó, también, una especie de descanso, pero no se puede obviar que la comunicación se rompe. O no, no tanto, pero sí se altera cabrón...
3. El viaje al final del tren. No es mito. En la semana, como tantas veces, tomé el metro de la línea uno, la rosa (el color anunciaba de cierta manera el próximo descubrimiento), en el último vagón. Serían aproximadamente las 23:30 hrs. Oficinistas cansados la mayoría de los ocupantes. Ningún ambulante cercano. Tampoco mendigos o ciegos cantando a la vista. Un vagón en el que hasta lugares vacíos resaltaban. Dado esa panorama, ¿por qué chingaos había un garapiñado de 20 seres hasta el final del tren, colindando con la cabina? ¿Por qué todos se encontraban como si fueran una muestra de cómo va un vagón pero a las siete de la mañana de un día laboral? Aaaaaahhh, es que es el famoso "vagón gay", espacio que hacen suyo ya muy noche y en el que van muy pegados, dándose arrimones con cada movimiento y seguramente otras cosas más... Bajan unos y suben otros, la cosa es que ese nudo humano de hombres de diversas edades se mantiene y va bailando el ritmo que le toque el tren...
4. "El Berlusconi chileno". Se fueron a segunda vuelta presidencial para enero de 2010, pero uno de los candidatos, el derechista Sebastián Piñera, se ve muy confiado en ganar. Este en sí no es el motivo del post, pues no es llamativo que él responda a intereses que lo quieren como presidente... Lo que llama la atención es cómo un pueblo puede votar por alguien que está acusado de fraude bancario, lavado de activos, uso de información privilegiada, aumento de precios, vínculos con el régimen de Pinochet... ¡y además se le considera un Berlusconi chileno! Es donde uno, de lejitos, puede contemplar a los medios de comunicación y constatar su poder de Gran Elector... Piñera es dueño de Chilevisión. (Algún parecido con Peña Nieto, la Gaviota, su anunciada boda y toda esa telenovela, no es mera coincidencia.)
5. Deseo. Un poco de frío. Camino hacia la casa. Pienso en nada. La vista enfrente. Saco el celular. Lo veo. Pasa de la medianoche. Cielo despejado. Ningún perro ladra. Una estrella fugaz. Uno. Dos. Tres segundos. Pasa fugaz. Pido un deseo.