De niño quería ser luchador. Y no de los sociales, precisamente, sino de los que veía en la tele, enmascarados, con capas brillantes, retadores, valientes e intrépidos que se lanzaban desde la tercera cuerda al vacío en mortal salto hacia atrás... Aquellos gladiadores que imaginaba con una vida fuera de los encordados parecida a la que veía del Santo, El Enmascarado de Plata, en sus películas: ciertamente sin las jaladeces de salvar al mundo de los villanos con sus laboratorios humeantes de cartón ni enfrentándose a monstruos con el cierre de la máscara visible en la nuca, pero sí con una casa inmensa, con jardinero y todo el pedo, con dos Cadillacs en la cochera, amigo de personajes importantes, deseado por las chicas y con ese halo de misterio que da el anonimato de la máscara (los luchadores que no la portaban se me hacían como cualquier hijo de vecino)...
Todas querían con el Santo...
Un tío fue el primero en llevarme a ese mundo que había conocido por TV al regreso de un viaje a Chile, la segunda patria... Recuerdo bien ese día. Mi familiar fue acompañado de su flota de amigos de ese entonces: el Mariles, un granadero gordísimo que comía de un jalón un pastel (no un Gansito o unos Submarinos: un pastel) para después empujárselo con una coca cola de a litro sin chistar (me consta) y terminar su ingesta con un sonoro eructo; el Lobo, un flacucho con cara de Pedro Infante que creo trabajaba de herrero y era mega bueno pa' echar albures, y El Infeliz más Feliz. Este era un personajazo. A mi corta edad me llamaba la atención su poético sobrenombre. Yo salía de la primaria y cuando me tío me iba a buscar siempre pasábamos por una pulcata donde era invariable que lo encontráramos chupando (que es gerundio) unos pulmones y curados. Recuerdo su semblante rojizo y ebrio cuando me saludaba. Siempre andaba en el agua... Mi tío, que siempre ha sido un desmadre, me llevaba a ese centro de reunión y sano esparcimiento para que un chavito de 10 años les mentara la madre a todos los borrachines... Chale, a la distancia me da cierto rubor recordarlo pero a esa edad yo presto y saleroso se las refrescaba... Bueno, pues con esa bandota, amén de mi tío, fue mi primera visita a las luchas.
Esta señora es como de los 70's pero hagan de cuenta que no ha pasado el tiempo con el público...
En ese entonces (primera mitad de los 90's), a pesar de que las pasaban ya por tele, ir a una función de lucha libre no era nada in o chido weeee (no existía aun el Místico, el actual ídolo de la fresada, jaja). Naaaaaa, nada que ver. Los boletos se compraban a "precios populares" con el ñor de la taquilla (ahora los vende El Amo del Boleto) y le caía el pueblaje a lo que da, los descalzonados (dixit Diego Fernández de Cevallos). Ahora aun asisten, pero como ir a las luchas ya es sinónimo de buena onda gracias a que de unos años para acá todo lo que huela a naco se ha puesto de modita, pues las luchas no se salvan y se atascan de artistas incomprendidos de la Roma y anexas...
Mis guardaespaldas se compraron unas chelas y yo me dispuse a presenciar fijamente lo que pasaba en el cuadrilátero. Verlos en vivo y no por la pantalla acrecentó mi pleitesía hacia los gladiadores. "No manches, quiero ser como ellos..." Aun en lo más recóndito de mi ser intuía que la farsa y la teatralidad eran ingredientes esenciales de este deporte espectáculo, pero me valía... Hasta para ser teatrero hay que tener discliplina y elegancia, ponía como pretexto.
Esa primera visita también me sirvió para constatar que la tele edita a conveniencia pues las pantallas se quedaban cortas con lo que en la arena en verdad se presenciaba. Mis acompañantes y la arena toda se desgañitaban con los luchadores. Las mentadas de madre, los "chíngatelo", los "pégale en los huevos", los "quiero ver sangre", los "pinche rudo culero" o los "ese técnico es mariquita sin calzones" era un coro que en TV siempre estuvo (y está) difícil oírlo. Señores, señoras, niños, adolescentes y hasta viejitas se paraban de sus asientos y le gritaban cosas al luchador, quien les contestaba y prendía más el ambiente. Todo, en medio de sonoras carcajadas...
No hubo que decir más. Quedé prendido de las luchas, muy a pesar de mis padres, de los que me escapaba para ir a la arena. Los primeros días no entré, pues no tenía dinero. Sólo me conformaba con esperar en la puerta a que llegaran los luchadores pa' pedirles su firma (ahí tengo mi album de fotos y dibujos con un buen de autógrafos que un día de estos escanearé pa' presumir). De tanto ir, el boletero terminó ubicándome y ya luego me dejó pasar gratis infinidad de veces. A recomendación del tío, meses después le regalé dos pomos como muestra de gratitud... Tengo mi gran corazón.
Me hice todo un conocedor. Veía la televisión y cuando el Dr. Alfonso Morales se equivocaba en la transmisión (muy pocas veces, la verdad) pensaba en su error y mentalmente le corregía la plana: "si serás pendejo, eso no es un martinete, es una desnucadora invertida". Supe de los rudos y técnicos, de las herencias luchísticas, de las estirpes familiares, de los luchadores enanos y los homosexuales (publicitariamente llamados "exóticos"), de Martha Villalobos y las mujeres gladiadoras. Supe que muchos de ellos no vivían en mansiones ostentosas ni manejaban Cadillacs encerados sino que apenas la profesión les daba para vivir... Me fui haciendo un perito en la materia.
Polvo de Estrellas. Mezcla entre Blue Demon y Paquita la del Barrio.
En cierta ocasión, se armó una kermesse con lo más nutrido de la lucha libre y obvio no pude faltar. Dos sucesos fueron memorables: me gané en una rifa la máscara O-RI-GI-NAL del luchador Ulises ("¿y ese quién chingados es?") y vi cómo Mil Máscaras (sí, Mr.Personalidad) arribaba solo al evento en un convertible rojo y se iba horas después del mismo con una morra en el asiento contiguo. "¡Wow!"
Además de autógrafos, coleccioné máscaras, con las que jugaba a las luchas con mi hermana, primos y amigos de la escuela (una vez la dirección citó a nuestros padres -"o tutores"- y el director les dijo que eran unos irresponsables por dejarnos ver esas aberrantes funciones... No olvidaré jamás a la mamá de un amigo que salió llorando desconsoladamente de la junta aquella, jaja)... Así como los niños de hoy suben a Youtube sus videos de celular de cómo saben hacer la mística, nosotros hacíamos lo mismo entonces pero sin la tecnología de hoy. Nos poníamos nuestros catorrazos con la única presencia de las compañeras de salón que nos echaban porras o en muchas ocasiones también le entraban a los relevos australianos. De hecho, debido a la lucha dejé un tanto el basket y me enfoqué en el gimnasio (¡¡oye esa mamada!!). Iba a correr y hasta me metí a tomar clases, pero como nunca pagué (insisto, todo era muy a escondidas o con la ayuda de mi tío), a las pocas sesiones el profesor me mandó a vestidores, jaja...
Más o menos seguro así me veía...
Ah, qué años aquellos. Hasta se me derrama la lágrima. Mis máscaras, mis álbumes, mis revistas ahí siguen. Oro puro. Tiempo después, obvio, la fiebre luchística bajó. No era lo mío. De haber seguido estaría más mamado que Marco Corleone gracias a los anabólicos que me hubiese chutado, sería rudo rudísimo y me llamaría La Rata Rabiosa...
Máximo y su peligrosa llave...
El viernes pasado fui a "la México Catedral". Estuvo el inefable de Místico (dizque el Santo del siglo XXI, ja-ja-ja... Le falta su panza chelera), Máximo (no es "exótico" de nacimiento, se trata sólo de su personaje), Villano V, Rey Bucanero, Atlantis, Felino, entre muchos más. Las modelos acompañando a los luchadores, la música, el Mucha Crema presentándolos como se debe (en las tres primeras funciones sale su hijo, ya fogueándose para seguir los pasos de su padre) y la presencia de la mascota del Consejo Mundial de Lucha Libre, el KeMonito, el chimpancé, gorila o lo que sea esa cosa de color azul de 80 cm. que ahora acompañó a los técnicos en la 4ta lucha de la noche... (es el mismo que sirvió de valet a Tinieblas como Alushe).
Último Guerrero le da unas pataditas a Kemonito.
Por cierto, la Triple AAA y la WWE sucks!
100% rudo.
En primer lugar, Dr. Wagner Jr.
En segundo, Los Perros del Mal.
¿Han visto el video de los niños luchadores? Muy recomendable.
Y ya jubilen al Hijo del Santo.
12 pechoch@s: (+add yours?)
Dicen que ir a las luchas es todo un acontecimiento; que ahí puedes hacer el mejor estudio sociológico y que además, es la mejor forma de hacer catarsis... sobre todo para las mujeres. Yo nunca he asistido.
........*_* "Rata Rabiosa"*_*........
jajajajaja. jajajajaja. jajajajaja. jajaja.
con ese nombre, seguro me convertia en tu fan-fan luego luego... o_O
Que no te de rubor acordarte de las mentadas de madre.. de hecho, la primer palabra ke yo aprendí a decir fue "PINCHE"....(eske decir papá o mamá ya estaba out..) y después le siguieron las de más resonancia...
Yo amo al Santo contra las momias de Guanajuato!!!.... esa si ke es de terror.. ke El Exorcista ni ke nada...... el santo rulea!!
SALUDOS........XD!!
las mejores son las del norte de mexico y las de la triple a
Me gustan mucho las luchas, aunque no he asistido a una completa (fui a hacer un documental pero era de box, así que vi muy poco de luchas)... en la coliseo los martes es de "fresada" y los viernes pues abierta al público... son muy buenas... ¡Su puta madre!!¡su puta madre! jajaja.. arriba los rudos!!
mira nada mas, mientras tu jugabas a los guamazos, a las quebradoras y todo eso anti sensible, yo queria ser como nacia comaneci, sutil y delicada.... y a las luchas, pues solo cuando me agarraba del moco con mis hermanos..... hoy en dia se agradece una buena mascara, y si es de latex, mejor...y de luchas pues, pues, pues puessss donde se pueda jajaja
jajaj me diverti mucho leyendote... solo hay algunas palabras q me perdi (cuestion de lexico)por ej: chelas
algun dia armaremos un diccionario? jeje
besos mil!!!!
Lilya
Orale como dicen alla!
jajaja
te rallas con las luchas eh???
son re geniales y son didácticas :D
siempre y cuando se tenga un pariente menor con una notoria desventaja ante tí
jajaj
saludos Pechocho-enmascarado jajajja
muy buena entrada joven, me izo recorar un poco aquellas veces en las que siendo pequeña mi tío me llevaba a la México a ver las luchas...
sobre mi prosa poética... pues asi escribo... y si joven... escribir para mi es una forma natural de expresar lo que no puedo hablar...
cuidese mucho.. ah! por cierto ese sobrenombre de luchador está de huevos
sublime!!!.. soberbio!!!... le ha dado en el plexus solar, una filomena épica... Rivera, rivera riverita, ya callate...
-Wacala de pollo... ay mamá ai viene el negro casas...
jajajajaja.
buen post
Jajaj creo que lo que el del letrero quiso decir es: todos los mexicanos provienen de la verga, lo cual es totalmente cierto pero hijos de la verga? jaja Yo era fan de alushe cuando niña, por cierto .. es el mismo que salia con Capulina verdad?
Blogger pechocco
Nomás me ilusionas, vi en el reader una entrada nuevita, titulada así "Cuéntame una historia", con una foto del Zócalo todo luminoso y ya venía yo muy feliz a comentar y zas!, que me vengo a enterar que "cette post n'existe pas".
Abuuur
Saludos
Marichy, más que un estudio o catarsis deliberada, es un acontecimiento como bien dices. Es el DESMADRE. Debes asistir sin nada de velos en la personalidad. Y ahí está la nueva entrega de "Cuéntame una historia", toda tuya...
El Santo, Tin Tan y Mauricio Garcés son mis ídolos del cine mexicano antigüito (Pedro Infante sólo como Torito)... Son como eran en "la vida real" (jaja, ese término es como de La Oreja). La Rata Rabiosa no debutó nunca pero va en mi corazón... Sniff.
Tanya, lánzate a las luchas. Ya hiciste una prueba aquí y las groserías te salen poca madre. Y sí: arriba los rudos!
Jajaja, Alma, tus luchas son de dos a tres caídas del colchón sin límite de tiempo!! Muy buenas también... Ahí no se valen los faults.
Un honor que a la master number one de la poesía hecha diseño visual le haya gustado la entrada. Un saludos, Lilya y sí, armemos un glosario de argentinismos/mexicanismos. Como adelanto, chela no es más que una cerveza... Es como decirte que mi tío y sus amigos se mamaron muchas Quilmes en una noche, jaja..
Consueloide, no te creas. No agarraba a chicos más chicos que yo. Me batía en duelos luchísticos con niños de mi edad...
Alnilam, veo que contamos con tíos igual de dicharacheros... Veo que el nombre levantó júbilo. Lo voy a patentar.
Dr. JJ Estrada, se ve que se la sabe, hermano! Aunque eso de Riverita sonó medio Triple A.
Pues sí, Roxxx, en términos científicos todos y todas somos hijos de la verga y de la vagina. KeMonito es Alushe; ya ha de estar rucón.
Y el del letrero no es èl... es ella, jaja
Publicar un comentario